El crucero más grande del mundo zarpó este sábado de Miami, Florida, en su viaje inaugural, en medio de preocupaciones sobre las emisiones de metano de la embarcación.
El Icon of the Seas, de 365 m de largo, tiene 20 cubiertas y puede albergar un máximo de 7.600 pasajeros a bordo. Es propiedad del grupo Royal Caribbean.
El barco emprendió un viaje de siete días de isla en isla en el trópico.
Pero los ambientalistas advierten que el barco, el cual es propulsado por gas natural licuado, liberará al aire gas metano nocivo.
«Es un paso en la dirección equivocada», dijo Bryan Comer, director del Programa Marino del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT), citado por la agencia de noticias Reuters.
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